Si se tiene la necesidad de llamar a un cerrajero es sumamente importante asegurarse de que se trata de un cerrajero profesional, evitando así el riesgo de contactar con falsos cerrajeros que puedan tener malas intenciones. En la cerrajería, como en muchas profesiones, existe intrusismo, en este artículo mostramos como detectarlo y combatirlo.
Solicitar credenciales
No todos los cerrajeros llevan un carné de su empresa, ni se requiere de una colegiación profesional para ejercer como cerrajeros generales por lo que no todos podrán mostrar un carné físico, pero siempre pueden realizarse algunas comprobaciones antes de dejar entrar al cerrajero en cuestión.
Por ejemplo, es una buena práctica preguntar a la empresa a la que se contrata el cerrajero el nombre del operario que vendrá, la localización de la empresa, así tanto se podrá realizar una pequeña investigación previa de la empresa de cerrajería previamente a la visita y luego, una vez llegue el operario, se podrán contrastar los datos facilitados por la cerrajería con los facilitados por el mismo.
Tal y como se indicaba no existe obligación de colegiación alguna o de colegiación (al estilo de los médicos o abogados) para el ejercicio de la profesión (otra cosa es para los que trabajan en el ámbito de la seguridad), pero muchas empresas cuentan con certificaciones reconocidas que, sin duda, suponen toda una garantía de calidad sobre esa empresa y es que una habilitación profesional sí que puede requerirse.
Así, por ejemplo, si una empresa cuenta con la acreditación denominada UCES y la acredita suficientemente es todo un símbolo de confianza, pues demostrará que la misma estará adherida a una entidad solvente como es la Unión de Cerrajeros de Seguridad.
Debe ser capaz de realizar más de un trabajo de cerrajería
Una buena empresa de cerrajería debe de ser capaz de ofrecer más de un servicio del ramo de la cerrajería. No debe confiarse en aquellas empresas que digan que no saben realizar según que servicios de cerrajería, los cerrajeros profesionales son capaces de desarrollar todo tipo de servicios en el entorno de la cerrajería. Pueden estar más o menos especializados en algunos servicios u otros, pero deben conocer y saber desarrollar todo o concerniente a la cerrajería.
Aún a colación con lo anterior se debe desconfiar especialmente de aquellas personas que indiquen que sólo saben abrir una cerradura. En esos casos lo más normal es encontrarse con alguien, como mínimo, poco fiable, a un falso profesional.
Otro elemento clave (aunque no determinante) para poder detectar si un cerrajero es auténtico o bien si se trata de un falso cerrajero es fijarse en las herramientas con las que acude. Un buen cerrajero vendrá perfectamente equipado y llevará normalmente todas las herramientas necesarias para desarrollar su trabajo, por el contrario, en los falsos cerrajeros es habitual encontrar supuestos profesionales que acuden con muy pocas herramientas, siempre les suele faltar alguna de las herramientas necesarias para esa puerta, etc.
Una buena forma de cortar con lo anterior es decirle que no nos interesan sus servicios cuando veamos que existe una falta de profesionalidad patente y él nos diga que tiene que, a su hogar, tienda o donde sea a buscar más material.
Por supuesto, lo anterior no siempre es una regla fija pues por un lado no siempre los falsos profesionales vendrán mal equipados y, por otro lado, no siempre todos los buenos cerrajeros traerán todas las herramientas y que en algunos casos tengan que ir a buscar otras o lo que sea no tiene que suponer de forma segura que sean malos profesionales, pero ello -juntamente con la intuición sobre la profesionalidad- pueden ser unas buenas guías sobre el asunto.
Otro de los aspectos clave para determinar si un cerrajero es un buen profesional o bien si se trata de un falso es el afán que demuestra por el dinero el mismo y no por la calidad del servicio que está ofreciendo.
Obviamente resulta lógico y legítimo que todo cerrajero realice sus servicios para cobrar sus honorarios, y así será en todos los casos, pero una cosa es preocuparse por cobrar lo que le corresponde y otra muy diferente es notar que sólo busca el dinero y que no le importa para nada el resultado del trabajo que está realizando.
Un buen cerrajero se preocupará de sus emolumentos, pero también se preocupará de que el cliente quede lo más satisfecho consciente, pues sabe -él mejor que nadie- que un cliente satisfecho le aporta reputación, igual potenciales futuros clientes, etc.
Pide siempre un presupuesto
Contratar los servicios de un cerrajero sin solicitarle presupuesto previo para el servicio en cuestión supone un grave error.
De entrada, ya se debe de solicitar un presupuesto aproximado en la primera llamada que se hace a la cerrajería, evidentemente esta no podrá dar habitualmente un importe exacto pues desconoce con exactitud el servicio a desarrollar, pero probablemente ya podrá facilitar una aproximación más o menos precisa del importe final del servicio.
Luego, una vez el cerrajero llegue al domicilio, será el momento de preguntarle por el importe exacto del presupuesto antes de que empiece a trabajar. Si en ese momento, el cerrajero en cuestión ofrece un importe que se aleja demasiado del precio dado inicialmente por la cerrajería será un posible indicio para sospechar.
Otro aspecto que debería poner en alerta a cualquiera es que la empresa de cerrajería o el cerrajero no quieran facilitar un presupuesto. Todas las empresas de cerrajería normales y todos los buenos cerrajeros nunca ponen impedimento en ofrecer un presupuesto previo para que el cliente pueda valorar si el mismo se ajusta a lo que los mismos andan buscando o si bien no es así.
No debe olvidarse nunca que el objetivo de las empresas de cerrajería “piratas” y de los cerrajeros “fantasma”, no es otro que el poner la máxima urgencia para realizar el servicio y sacar el máximo dinero posible. Presionarán, pondrán miedo y no les importará el resultado final, lo único que buscarán es empezar lo antes posible, para terminar en el menor tiempo posible y conseguir cobrar la mayor cantidad de dinero que puedan.
Un profesional requerirá tus datos
Si llamas a un cerrajero para abrirte una puerta verás que el mismo te solicita tus datos, ello no te debe hacerte sospechar, al contrario. Un buen cerrajero te pedirá tus datos personales para asegurarse que la puerta que va a abrir la está abriendo a una persona legitimada para ello.
Por el contrario, debes mostrar desconfianza ante un profesional que no te pregunte nada y no le importe abrir la puerta a cualquiera.
En todo caso piensa que es importante que te pidan los datos pues forma parte del buen hacer profesional y, además, de no hacerlo es el mismo profesional el que puede ponerse en problemas, jugarse su habilitación profesional y además ser partícipe de un delito como es el robo. Y ello, debe tenerse por seguro que ningún buen cerrajero lo querrá.
Desconfía de las pegatinas en los portales
Muchas personas piensan que llamar a los cerrajeros que ponen pegatinas en las persianas es una buena opción, que es una buena forma de localizarles y dar rápido con ellos, mucho cuidado con eso.
Se tiene que tener presente que muchas de las pegatinas que se ponen son de falsos cerrajeros que lo único que persiguen es conseguir clientes de forma rápida, de clientes desesperados por conseguir un cerrajero y que el llegar a la puerta o persiana en cuestión detectan que no pueden acceder a la misma.
Lógicamente no todas estas pegatinas son de falsos cerrajeros, también hay pegatinas de muy buenos profesionales. Si uno se arriesga a probar a llamar a alguno de esos números de teléfono como mínimo debe de poner especial cuidado en solicitar la acreditación y los datos identificativos que quien venga, además es recomendable preguntar por donde está su oficina y hacer una comprobación de esos datos.
¿Qué ventajas tiene contratar a cerrajeros profesionales?
Contratar a cerrajeros profesionales ya no es tan sólo una cuestión de seguridad, que por supuesto también lo es. Contratar a cerrajeros profesionales supone tener la certeza de que se va a recibir un trabajo de calidad, bien resulto y garantizado y que por el mismo se cobrará el precio acorde al trabajo realizado, ni más ni menos.
Otra de las grandes ventajas de contratar los servicios de cerrajeros profesionales es la disponibilidad siempre de presupuestos previos a la realización del servicio. Tal y como se ha mencionado ninguna cerrajería ni cerrajero profesional pondrá problemas en ofrecer presupuestos previos, por el contrario, en el caso de los falsos cerrajeros, ni mucho menos siempre es así.
Y no sólo en el presupuesto está la diferencia, también en el momento de facturar. Un cerrajero profesional te realizará una factura legal, una factura que además te servirá de garantía de la reparación ante cualquier problema posterior. Si te encuentras ante un falso cerrajero difícilmente será así, no te realizará factura y una vez cobrado el dinero desaparecerá.