las cerraduras embutidas

Todo sobre las cerraduras embutidas

Las cerraduras embutidas son aquellas cerraduras que se encuentran situadas en la zona lateral de las puertas en las que se incorporan. A este tipo de cerraduras embutidas también se las denomina empotradas.

Este tipo de cerraduras se caracterizan por ser elementos muy discretos, ya que las mismas quedan incorporadas de forma completa o casi completa en el interior de la puerta. Así, en las cerraduras embutidas o empotradas, lo único que resulta visible es la parte donde se introduce la llave por ambos lados de la puerta.

Cabe destacar que dentro de la línea de cerraduras embutidas puede encontrarse una gran variedad de sub-modelos o sub-variedades de las mismas. De modo que se pueden encontrar cerraduras embutidas de alta seguridad que ofrecen un nivel alto de protección, son cerraduras que ofrecen un nivel de protección óptimo y uno de sus principales atributos es ofrecer un sistema de auto-bloqueo, o también denominado de bloqueo automático, un sistema que permite a la cerradura bloquearse a sí misma en caso de que la misma detecte que está siendo forzada o manipulada indebidamente.

Estas cerraduras son muy difíciles de abrir por los ladrones y merecen mucho la pena. Cierto es que las mismas tienen un coste algo superior a las que no tienen los mismos niveles de seguridad, pero cierto es también que esta inversión un poco superior merece mucho la pena gracias al grado de protección extra que ofrecen.

¿Qué cerradura embutida adquirir?

Llegado el momento de tener que realizar la compra de una cerradura embutida resulta necesario saber los inputs clave que nos deberán ayudar en la elección de un modelo determinado de cerradura embutida.

Obvia y evidentemente, el presupuesto que se tenga para comprar la cerradura es uno de los inputs a tomar en consideración, pues a mayor presupuesto mejor podrá ser el modelo a adquirir, lo que debe redundar en un nivel de seguridad mayor.

A colación de lo anterior también resulta necesario indicar que, si bien resulta del todo cierto que el presupuesto será un elemento a tener que tomar en consideración para adquirir una cerradura embutida, también resulta bien cierto que el presupuesto no es, o no debería ser, el factor fundamental de elección de una cerradura. En la medida de lo posible siempre se debe intentar hacer el esfuerzo de adquirir un producto de calidad, pues escatimar en un elemento tan importante como este supone escatimar en nosotros mismos y en los nuestros, escatimar en la seguridad de una buena cerradura es escatimar en algo que puede poner en riesgo la propia integridad e incluso la propia vida.

Otro aspecto que debe tenerse muy presente cuando se va a adquirir una cerradura embutida es el lugar donde se adquiere la misma. Resulta importante no dejarse llevar por las tiendas online o físicas que no ofrezcan buenas garantías, así, por ejemplo, si se encuentran cerraduras sospechosamente baratas u ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad, probablemente escoger esas opciones no serán la mejor opción posible y escoger una de esas opciones podrá suponer un error de potenciales graves consecuencias posteriores.

Las graves consecuencias posteriores que puede suponer el adquirir una mala cerradura se basan básicamente en dejar el punto de acceso, el dejar la puerta vulnerable al ataque de potenciales ladrones que quieran entrar a robar y que pueden ocasionar graves daños y pérdidas materiales y humanas.

A su vez, otra gran recomendación a realizar pasa por comentar que más allá de la marca de la cerradura que pretenda adquirir y de todas las demás consideraciones que se puedan plantear, es importante dejarse siempre aconsejar y guiar por un profesional cerrajero de confianza. Y ello es así pues, en muchas ocasiones, tanto las buenas marcas como las especificaciones adecuadas de este tipo de cerraduras no son conocidas por el gran público y sólo con la atención y los consejos de un profesional formado al respecto será posible tomar realmente la decisión acertada.

Una vez se ha llegado a la conclusión de que la cerradura embutida que debe adquirirse debe de ser una calidad adecuada (entendiendo que ello pasa por adquirir una cerradura embutida de una marca reconocida), que debe de ser adquirida en un lugar que de la confianza necesaria y que es necesario dejarse guiar por buenos profesionales cerrajeros, es momento de empezar a hablar de los elementos técnicos que debe tener una cerradura embutida para que la misma pueda considerarse adecuada.

Uno de los puntos técnicos clave a tomar en consideración pasa por fijarse en las características técnicas que incorpora el cilindro. Así, un cilindro de una cerradura embutida debe incorporar como mínimo un sistema anti-bumping para evitar que, como mínimo, los ladrones puedan aprovecharse de la ausencia de un sistema anti-bumping para atacar la puerta para penetrar dentro del domicilio utilizando este sistema desgraciadamente tan conocido.

Por supuesto, para tener un sistema de seguridad elevado a través de la cerradura embutida es necesario que la misma incorpore el sistema anti-bumping anteriormente mencionado, pero no sólo eso, además en un escenario ideal la misma debe incorporar protección anti-ganzúa y también protección anti-palanca.

¿Cómo se instala una cerradura embutida?

cerraduras embutidas instaladas

Si se tiene una buena cerradura pero la misma no se instala correctamente es como si no se tiene cerradura. Ante esta máxima, la necesidad de que la cerradura resulte adecuadamente instalada se convierte en una necesidad imperativa, y ello es así pues de poco o nada puede servir ni serviría haberse gastado una cantidad económica considerable en una buena cerradura embutida y que luego todo eso quedase en nada por haberla instalado inadecuadamente.

Algunas cerraduras embutidas incluso pueden ser instaladas por la propia persona que las adquiere sin que resulte necesario que intervenga un cerrajero. Ello que puede resultar técnicamente posible, no siempre será la opción más recomendable pues de dejarla mal instalada como se ha mencionado será absolutamente vulnerable y susceptible de ser sorteada por completo por parte de cualquier delincuente que pretenda atacarla y entrar en el domicilio para robar.

Ahora bien, puede no ser la opción más recomendable y puede suponer un riesgo, pero técnicamente puede ser posible, si se tienen unos ciertos conocimientos incluso puede ser bastante factible y por ello puede resultar interesante dar las pautas específicas que se tienen que seguir si alguien quiere probar de instalarse por sí mismo la cerradura embutida.

En primer lugar, debe hacerse acopio de los materiales (entiéndase que el material básico necesario es la cerradura en sí misma) y de las herramientas necesarias para llevar a cabo la instalación. Las herramientas esenciales necesarias son: una lima, un destornillador, un metro, un formón y un taladro con las suficientes brocas de madera y metal necesarias, así como una corona dentada.

Una vez se tienen las herramientas (igual de no tenerlas sale más a cuenta llamar a un cerrajero directamente que comprarlas todas ellas) y se tiene la suficiente certeza de que existe la capacidad técnica para utilizarlas llegará el momento de ponerse manos a la obra.

Lo primero a tomar en consideración llegados a este punto será necesario comprobar si la puerta se abre hacia la derecha o si se abre hacia la izquierda. Este factor es muy importante pues ello determinará la cerradura concreta que se debe tener.

En el caso de que la puerta donde se vaya a instalar la cerradura embutida ya tuviese instalada una con anterioridad, en tal caso no será necesario de hablar casi de instalar, sino de modificar la existente, de proceder al cambio de una cerradura vieja por una cerradura nueva.

En el supuesto anterior, resultará mucho más fácil realizar la instalación de la nueva cerradura, puede resultar recomendable comprar una cerradura de la misma marca y modelo de la cerradura preexistente y así casi será quitar, poner y atornillar. En caso contrario, en caso de que no exista una cerradura preexistente entonces se deberá proceder de una forma mucho más invasiva.

En el caso de no existir cerradura embutida preexistente deberá marcarse una zona superior al metro desde el suelo para que la manivela de la cerradura quede a una altura cómoda a nivel humano. Luego, taladro en mano, se harán los agujeros pertinentes para introducir la cerradura.

Con la lima y el formón se perfilarán los huecos concretos y una vez todos ellos realizados se instalará la caja de la cerradura dentro de los agujeros.  El encaje de la cerradura resulta muy importante para que luego cierre bien la puerta, igualmente resulta vital no equivocarse al realizar los agujeros con el taladro, pues de errar el coste de reparar los errores puede ser muy superior al haber llamado a un cerrajero para que instalase la cerradura.

Incluso puede llegar a suceder que no se quiera llamar a un cerrajero para instalar la cerradura, se instale por uno mismo, se dañe la misma y la puerta y se tenga que terminar llamando a un cerrajero para que la instale bien, con el doble o triple coste final que ello puede suponer.

Una vez bien encajada la cerradura en la puerta sólo faltará instalar el bombín (mediante la corona dentada), una chapa de protección y los embellecedores de la cerradura en cuestión.

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