No existe una regla exacta que pueda determinar cuál es la cerradura que resulta más fácil de abrir, pero obviamente existen cerraduras que resultan más vulnerables que otras y es de este tipo de cerraduras, de las más vulnerables de lo que vamos a hablar en este artículo.
Antes de entrar a realizar una valoración concreta de aquellas cerraduras que técnicamente resultan más vulnerables cabe realizar una consideración muy importante: toda cerradura antigua es más vulnerable. A medida que una cerradura se va haciendo más vieja y va adquiriendo antigüedad va quedando obsoleta tanto tecnológicamente como técnicamente en muchas ocasiones.
Lo anterior es muy importante de mencionar, pues cuanto más vulnerable resulte una cerradura más fácil será de atacar por parte de los ladrones que quieren atacarla y menos dificultoso les resultará entrar a robar en el hogar, comercio, empresa o donde sea que esté instalada la cerradura insegura y quieran entrar a robar.
Tipos de cerraduras antiguas y cómo abrir cerradura antigua
Las cerraduras sin anti bumping son las más fáciles de abrir. Más allá de un determinado modelo de cerradura insegura puede decirse que en general toda aquella cerradura que no disponga de sistema de seguridad anti bumping resultará extremadamente vulnerable.
El bumping es el sistema de robo por excelencia, es el sistema más utilizado por la mayoría de ladrones y se basa en meter en la cerradura una llave creada especialmente para el forzado de cerraduras y posteriormente golpear la llave con un martillo dicha llave hasta que los pitones encajen. A medida que los pitones van encajando el sistema va cediendo y una vez que todos han encajados la puerta se abre sin mayor dificultad.
Evidentemente no todo el mundo sabe forzar una puerta mediante la técnica del bumping pero cierta y realmente no es una técnica nada difícil de aprender, por ello los profesionales del hampa han hecho de este método su método preferido para entrar a robar en cualquier lugar.
¿Cómo disminuir el riesgo de bumping al abrir cerradura antigua?
Para reducir que una puerta pueda ser atacada por los ladrones mediante el sistema del bumping se pueden y deben tomar un determinado número de medidas.
El primer paso, y muy importante, es instalar en la cerradura en cuestión un escudo protector que rodee la cerradura en sí misma. Esta medida es una sencilla básica y muy fácil de realizar y proporcionará una primera capa de seguridad importante pues evitará que el ladrón conozca la marca de la cerradura y con ello lo tenga más fácil para entrar a robar.
Lo anterior también es muy importante de mencionar pues debe tenerse muy en cuenta que cada marca de cerradura requiere de su llave especial para ser atacada y por ello cuanto más difícil se lo pongamos a un ladrón para conocer la marca y el modelo concreto de la cerradura que quiere vulnerar mejor será.
Una vez más cabe decirse lo que ya se dice en muchas ocasiones: la mayoría de los ladrones buscan la oportunidad fácil para entrar a robar y huyen y rehúyen de aquellas situaciones en las que el riesgo aumente y lo tengan más difícil para entrar y en consecuencia más fácil para ser descubiertos y detenidos. Siendo así, es lógico que un gran número de ladrones siempre apostará por opciones que le resulten más fáciles para sus intenciones y obviará aquellas puertas que le pongan mayores dificultades, que le supongan una mayor dedicación de tiempo y esfuerzos.
Luego, más allá de que toda puerta debe incorporar un escudo protector que evite conocer la marca y modelo concreto de la cerradura es importante que el cilindro con sistema anti bumping que antes se ha mencionado.
La forma de un cilindro anti bumping no difiere de cualquier otro, externamente tiene la misma apariencia y el mismo diseño, pero la gran diferencia se encuentra en su interior: en el interior incorpora el acero como material de protección ante el sistema de bumping utilizado por los ladrones.
Siempre tienes que cerrar la puerta con llave
De nada servirá disponer de la cerradura más segura del mercado si la misma no se cierra con llave, sea cual sea la cerradura de la cual se disponga de no cerrarse con llave tanto cuando nos vamos del hogar como cuando estamos dentro del mismo no servirá de nada y será la cerradura más insegura del mercado, no hará su función y será completamente fácil de abrir.
Por todo lo anterior la costumbre de “pasar la llave” en cualquier cerradura debe de ser una costumbre diaria, debe de ser una costumbre rutinaria que nunca debe olvidarse de realizar pues en caso de olvidarnos estaremos poniendo en grave peligro a nuestra propiedad, a nuestros bienes y lo más importante y peligroso: nos estaremos poniendo en peligro a nosotros mismos y a los nuestros.
Dejar una puerta sin cerrar su cerradura es dejar una puerta completamente a la merced y voluntad de los indeseables amantes de lo ajenos. Estos, tan sólo necesitarán tener un poco de maña en el asunto para mediante la técnica denominada “del resbalón”, entrar rápidamente a robar y hacerse con el botín que tanto anhelan.
¿Qué hacer si tengo una cerradura fácil de abrir? Como abrir cerradura antigua
Primero de todo debe mirarse que marca y modelo concreto se tiene instalado, pues a simple vista puede parecer estéticamente una cerradura muy segura y en realidad ser todo lo contrario, a la vez que también se puede producir la situación absolutamente contraria: se puede tener una cerradura que nos pensemos que no es buena a nivel de protección y en realidad, la misma, protegernos mucho más de lo que pensamos.
Por ello es tan sólo una vez se tenga determinado que el modelo concreto de cerradura que se posee es realmente inseguro que nos podremos plantear qué hacer, y obviamente la respuesta será fácil: deberemos cambiar a la mayor celeridad posible la cerradura insegura por una cerradura más segura que nos proteja más adecuadamente.
De entrada, bien puede decirse que lo mejor que puede hacerse es aplicar ya de entrada la máxima que se mencionaba al inicio de este artículo: si una cerradura tiene ya sus años probablemente sea una cerradura insegura, pues tal y como se mencionaba las cerraduras antiguas primero van perdiendo seguridad con el desgaste por uso y luego alto muy importante: la tecnología avanza y cerraduras que podían ser consideradas muy seguras hace tan sólo unos pocos años ahora pueden ser consideradas completamente obsoletas en cuanto a la seguridad que las mismas ofrecen.
Sea como fuere una vez ya nos hemos decidido a comprar una nueva cerradura que sustituya a la anterior, que venga a sustituir a la que se tenía hasta ese momento, la misma deberá tener, como mínimo, el sistema anti bumping mencionado, pero a la vez resultará mejor, resultará ideal si además, adicionalmente, incorpora mecanismos anti ganzúa, anti palanca o, por ejemplo, anti taladro.
Obvia y evidentemente se escoja la marca y el modelo concreto de cerradura que se escoja siempre deberá tenerse presente que la seguridad total y absoluta no existe. Dicho de otro modo, nunca, nadie, en ningún momento, podrá garantizar la seguridad total de una cerradura, y quien lo haga miente y mentirá siempre pues incluso los edificios que cuentan con los mecanismos de seguridad más avanzados y con las cerraduras más invulnerables del mercado completamente inmunes a los ataques no lo son, serán muy resistentes a los mismos, pero completamente no.
Ahora bien, que la seguridad total no exista no significa que no deba perseguirse día a día como concepto y que no podemos protegernos adecuadamente. Por ello, por lo anterior, no puede valer el decir que como que nunca alcanzaremos la seguridad total da igual lo que hagamos o pongamos, craso error provocará ese pensamiento.
La seguridad total no existe, pero existe la máxima seguridad que podamos conseguir y ello es indispensable para protegernos, proteger lo nuestro y proteger aquello que más queremos. Por ello no escatimar en recursos para protegernos adecuadamente es la mejor inversión que podemos realizar.
Y se remarca lo anterior pues mucha gente parece apostar muchas veces sin pensarlo por la opción más barata que encuentra en las tiendas simplemente por ser la más barata, y eso es un grave error. Está muy bien, y así debe ser, que se busque un precio ajustado, no hay nada de malo en ello, pero sí ese buen precio va en merma de la seguridad entonces esa decisión ya no es precisamente tan buena.
Entonces, visto lo anterior, ¿dónde está la clave para acertar en la compra? La clave no está en el precio pues ni un precio bajo nos indica que es una mala cerradura “per se”, ni la más cara de las cerraduras siempre será la más buena (aunque normalmente sí que será así), la clave está en aquello que debe proteger, pues no es lo mismo cubrir una casa que un trastero, y sobre todo en el consejo profesional que puedan darnos llegado el momento de tener que decantarse por un modelo de cerradura u otro.